Introducción a los tratamientos y las mejoras de las gemas

El tratamiento con calor es un método utilizado para mejorar de forma permanente el color y/o la pureza de una gema mediante la aplicación de calor. La temperatura y el tiempo requeridos para alterar el color de una gema dependen de la piedra. Por ejemplo, los rubíes y los zafiros requieren más calor que otras gemas. Si bien algunas piedras tienen un color más saturado luego del tratamiento con calor, piedras como la amatista se volverán más claras al ser sometidas a altas temperaturas.

A algunos les preocupa que las altas temperaturas puedan dañar una gema, pero la mayoría de las gemas se forma a altas temperaturas y el calor no tiene un efecto negativo en las piedras. El tratamiento con calor es una de las prácticas más comunes en mejora de piedras, y sin él, la disponibilidad de gemas finas se vería considerablemente reducida. Por este motivo, el tratamiento con calor es una práctica aceptada en la industria de las joyas por la Asociación Americana de Comercio de Gemas.

La infusión es la práctica de rellenar una gema con un material como aceite, cera, vidrio o resina para mejorar la pureza de una gema. Al igual que la mayoría de los procedimientos de mejora de gemas, este es un método que comenzó hace siglos con el propósito de mejorar la apariencia general de una piedra a simple vista.

El revestimiento añade capas protectoras a una gema, y varía en forma y función. Uno de los materiales más comunes para el recubrimiento es la cera, que puede mejorar el lustre de una piedra y protegerla de las grasas externas y los daños. En otros casos, se utilizan aceites, resinas y polímeros artificiales para revestir la gema y mejorar la apariencia y la dureza. El revestimiento se utiliza en gemas talladas en forma de cabujón, como la turquesa y el jade, y también es muy común en las perlas.

El blanqueado por lo general se utiliza para aclarar la apariencia de la gema. Químicos como la lejía y el peróxido de hidrógeno son los agentes blanqueadores más comunes para las gemas. El blanqueado también elimina el color indeseado para igualar la apariencia de una gema.

Este es un método de mejora relativamente estable que no requerirá una talla nueva o un pulido luego del tratamiento, pero el blanqueado puede tener un impacto negativo en la durabilidad de la gema. Por este motivo, el método de blanqueado a menudo se combina con un tratamiento de impregnación para mejorar la durabilidad y la resistencia.

El teñido implica la adición de un agente colorante a una gema para darle un color nuevo, intensificar la color existente o mejora la uniformidad del color general. Dado que el color es el atributo más importante de una gema, el teñido es uno de los métodos de mejora más antiguos de la industria.

Algunos creen que el teñido de las gemas disminuye su valor y la vuelve artificial, pero este tratamiento solo mejora su pigmentación natural; una gema teñida se ve casi idéntica a una joya mucho más costosa que no pasó por este tratamiento.

Similar al tratamiento con calor, la irradiación es un método de mejora que utiliza radiación para alterar y mejorar el color de una gema. La irradiación incluye niveles de radiación ionizante, que cambian las propiedades atómicas de la gema y resultan en una mejora visible en su apariencia.

La preocupación más común respecto a la irradiación es si la radioactividad es segura para el portador de la joya, y la respuesta es SÍ. No existe evidencia que confirme daño alguno al usar una gema que haya pasado por el proceso de irradiación.

Las técnicas de mejora de gemas han existido durante siglos y continúan desarrollándose cada año para brindarles a los clientes las joyas con gemas más hermosas a un precio asequible.

Estamos comprometidos a trabajar con los mejores profesionales y gemólogos de la industria para mantener nuestros altos estándares cuando se trata de mejoras de gemas.